Cordillera del Huayhuash (Perú)
Crónica de la expedición de Miguel Pita y Jose Manuel Fernández a la Cordillera del Huayhuash (Perú)
Por Miguel Pita GalegoEl día 2 de agosto, como es sabido, nuestra expedición al Huayhuash terminó trágicamente al producirse un accidente que acabó con la vida de Jose. Poco después de las 17:30h cuando descendíamos(tras haber abierto una nueva vía) de la cara SE del Nevado Trapecio una estaca de nieve, de la que estaba rapelando Jose, cedió provocando una caída de más de 300m. A partir de ese momento y durante diez días todo lo que sucedió, primero en las montañas y luego en Huaraz y Lima, fue tremendamente duro y difícil. Solo quiero en este momento explicar unas cosas.
En primer lugar me gustaría que en nuestra comarca la gente que ama la montaña y la escalada valorara en su justa medida la figura de Jose Manuel a nivel deportivo(en lo personal era un pedazo de pan y una gran persona). Sería bueno que se hiciera recapitulación del número de rutas de escalada deportiva que equipó y del número y la calidad de vías alpinas que abrió en la Cordillera Cantábrica y Picos(recomiendo ojear guía actualizada de M.A. Adrados). La gente que lo haga se dará cuenta de la gran valía de su legado. Su nombre estará unido para siempre a la montaña leonesa y palentina y a nuestros cantiles y paredes.
En segundo lugar quiero contar brevemente como fue nuestra estancia en Perú.
El día 20 de julio empezamos la caminata de aproximación hacia el que sería nuestro campo base a los pies del Puscanturpa Norte (nuestro primer objetivo). En tres días llegamos a nuestro destino recorriendo varias etapas del afamado treking del Huayhuash.
A partir de ese momento empezamos a trabajar en la montaña y en 4 días escalamos unos 300m de nueva vía en el Puscantura Norte. El mal tiempo, los constantes desprendimientos de piedras y un trazado excesivamente sinuoso, que nos dificultaba la retirada en el estilo tan ligero que usamos para escalar, hicieron que nos bajáramos de la montaña.
Nuestra otra opción era el Sarapo, pero este año las informaciones que nos habían dado en Huaraz nos decían que se encontraba muy descarnado y así lo pudimos comprobar en la aproximación. Precisamente en la aproximación pasamos por debajo de la cara SE del Trapecio y nos quedamos “enamorados” de una línea de hielo que surcaba su parte derecha y que estaba sin escalar. Por eso fuimos a intentarla el fatídico 2 de agosto, contra viento y marea, porque el tiempo fue muy malo hasta la víspera. Pero el día 2 amaneció espléndido y en unas 8 horas terminamos de escalar la última cascada del recorrido. No pudimos llegar a la cumbre porque la noche se nos echaba encima. Empezamos a rapelar por la misma vía y en el cuarto rapel la fatalidad se cruzó con nosotros….
Lo único que nos queda, a parte del recuerdo de Jose, es le nueva ruta que se reseña en el croquis que acompaña el texto. El nombre de Jose Manuel Fernández quedará ligado al Trapecio para siempre. Ahora descansa a los pies de otra cumbre hermosa a la que estuvo ligado en vida, en el norte de León. Descansa en paz, amigo.